sábado, 11 de agosto de 2012


Desencanto, tedio y pesimismo  rodea al hecho  que el tiempo siga transcurriendo, sin ninguna posibilidad a la vista de lograr un arreglo en  nuestra actual situación. Es probable que no hubiéramos andado  todos   los caminos existentes, ni tocado todas las puertas correctas en pos de una solución. Pero nos queda claro que ya no  es empecinamiento el de ellos: es indiferencia. Indolentes y pasivos, ninguna de las dos empresas está  dispuesta a ceder a  reclamo alguno.
De todos modos, desde la óptica de muchos de quienes disfrutamos durante años de un canal de excelencia en su segmento, estamos decepcionados al ver las condiciones del mismo en estos días y la superficialidad que se está apoderando inclusive de la emisión nacional.